CASO DE ÉXITO: Pierre Cardin, o porqué algunas marcas perduran en el tiempo

Nuestro cliente Pierre Cardin –una marca tan importante que entre gran cantidad de productos, distingue gafas– está cumpliendo cincuenta años en ese rubro. Hay muchos casos de marcas que perduran. Pero hay miles que desaparecen apenas comienzan a utilizarse. ¿Cuáles son las razones para este destino tan diferente?

Una marca que perdura en el tiempo es el resultado de una serie de decisiones: gerenciamiento correcto y eficiente de la empresa, personal con talento y compromiso, buenas estrategias de marketing, adecuada planificación, la capacidad de reinventar el modelo de negocios, de absorber tecnología, de superar crisis y un común denominador fundamental en todos los casos,  inversión en la protección y defensa del signo.

En la labor de defensa de las marcas, hay que mantener siempre alta la guardia. Creo firmemente en el poder transformador de la empresa y de la economía que tienen las marcas, poder que sólo se despliega cuando las marcas están bien protegidas por los agentes encargados de su observancia.

Jeff Bezos, fundador de Amazon, diría que se necesita un "pensador a largo plazo" que sea un infalible "hacedor a corto plazo".

Registrar la marca, protegerla y custodiarla adecuadamente, a través de profesionales especializados es una acción inmediata que toda empresa debe tener en cuenta.

De cara a las exigencias del mercado, las marcas longevas tienen detrás una empresa que posee una actitud de permanente de inversión, innovación y enfrentar el riesgo de cambiar todas las veces que sea necesario, pero cuidando las bases sólidas que dieron origen a la empresa. La genuina innovación no debe descuidar el propósito fundante que confirió sentido a la empresa y dio potencia a la marca, como ha sido el caso de Pierre Cardin.